El sistema inmune es un mecanismo que constantemente nos adapta al medio ambiente para poder sobrevivir a él. Cuando los cambios en el entorno son bruscos dependemos totalmente de su respuesta inmediata para adaptarnos. En épocas frías como el invierno, protegerse de infecciones respiratorias puede volverse un reto.
Durante el invierno baja la temperatura de nuestro cuerpo y éste pierde una defensa vital que es la temperatura corporal. Lo anterior se convierte en terreno fértil para el desarrollo de infecciones respiratorias. ¿Cómo sucede esto?
El aire frío y seco reseca nuestras mucosas y así podemos perder la principal barrera de entrada al sistema respiratorio. Con ello, nuestro sistema inmune queda vulnerable.
Si el entorno externo no es favorable, justo como lo es ahora debido a la contingencia, debemos poner atención a nuestro entorno interno. Una forma de apoyar al sistema inmune son los elementos herbolarios.
Son los activos químicos de una planta que nos ayudan. Forman parte de su metabolismo secundario, dicho en otras palabras: su sistema inmune, así es que los medios que una planta usa para defenderse de su entorno son los mismos que para nosotros resultan medicinales.
Visto de una forma meramente biológica podríamos decir que nuestro sistema inmune se nutre de la experiencia y adaptación que las plantas proveen.
Para evitar y protegernos de las infecciones respiratorias recomendamos la siguiente preparación:
Lo anterior lo combinamos en dos tazas de agua a modo de infusión. Con esta preparación podemos ayudar a fortalecer el sistema inmune y a elevar la temperatura corporal.
Para potencializar los resultados de nuestra influsión, recomendamos añadir también 15 ml de jugo de limón y una cucharada de miel orgánica antes de servir.
El consumo de una taza de esta infusión durante la mañana y noche mantendrá a nuestro cuerpo en la temperatura ideal para combatir microorganismos y así prevenir infecciones respiratorias.
El elevar la temperatura corporal, como mencionamos anteriormente, es cosa de vital importancia en la lucha contra infecciones respiratorias. En Europa lo conocen muy bien y es llamado el “Vin Chaud o vino caliente”. El Vin Chaud es la bebida tradicional de invierno en Europa, y no es por mera costumbre, sus ingredientes herbolarios tienen un efecto similar al de la infusión.
El Vin Chaud así como la infusión previamente recomendada activan mecanismos neuroendocrinos que elevan la temperatura corporal. Un beneficio del vino tinto en moderación son los efectos estimulantes en la biota intestinal fortaleciendo al sistema inmune de raíz pues este trabaja en perfecta coordinación con las bacterias benéficas de nuestro intestino.
Para acceder a sus beneficios del Vin Chaud, sigue estas recomendaciones:
Después, caliente la combinación y no olvides añadir miel al servir. Alternado con la infusión pone todos los beneficios inmunitarios de la herbolaria a nuestro servicio.
Los elementos herbolarios sólo funcionan si nuestro sistema inmune se encuentra en las condiciones nutricionales adecuadas. ¿Cómo tener las condiciones nutricionales adecuadas? Podemos hacerlo con una combinación del aminoácido esencial lisina junto a la arginina.
La lisina junto la arginina dan todos los nutrientes necesarios para que el tejido inmunitario se regenere constantemente y responda de forma adecuada a los estímulos que recibe.
Dos gramos de Lisina con un gramo de arginina por la mañana y la noche nos aportan estos beneficios, asimismo es muy importante el consumo de vitamina C y otros elementos antioxidantes para evitar los estados inflamatorios que podrían entorpecer a nuestro sistema inmune, un gramo de vitamina C con antioxidantes por la mañana y noche cumplen con este requerimiento.
Algo que este 2020 nos enseñó es que las medidas de higiene pueden marcar una diferencia enorme en el desarrollo de enfermedades e infecciones respiratorias.
Ya conocemos las de cuidado personal pero ¿cómo podemos desinfectar el entorno durante la época en la que más tiempo permanecemos en lugares cerrados para protegernos del frío?
Recordemos que los elementos herbolarios son el sistema inmune de las plantas y están diseñados como elementos antimicrobianos por lo que el uso de aceites esenciales de legítima pureza es fundamental para desinfectar espacios.
Un par de gotas en un difusor distribuye dichos agentes antimicrobianos en toda la habitación haciendo que en el aire se active un “sistema inmune” flotante encargado de neutralizar y eliminar agentes bacterianos o virales.
Se destacan en su uso antiséptico respiratorio:
El uso de aceites esenciales para espacios acompañado de la ingesta de algún combinado herbolario hace muy difícil el que un agente viral o bacteriano pueda infectarnos por vía aérea.
Aunque puedan parecer sencillas estas medidas son hábitos de estilo de vida que marcan una enorme diferencia en el comportamiento de nuestro sistema inmune, el colaborar con él para nuestra protección es un asunto de supervivencia y dadas las condiciones de este invierno nunca antes la palabra supervivencia fue tan descriptiva.
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